Llego el día de mi cumpleaños, me medí en la pared e ¡increíble!, había crecido bastante unos dos metros o centímetros, bueno, las matemáticas no son mi fuerte, lo reconozco.
Pensé que hoy iba a ser el día en el que la tía Claudia al fin y al cabo me iba a demostrar todo lo que me quiere pero no, hoy es un día normal y corriente como otro cualquiera. Bueno lo único bueno que hoy me ha pasado ha sido que no he ido al colegio porque Andrés estaba haciendo el tonto y se ha caído y se ha roto un brazo así que lo tuvimos que llevar corriendo a urgencias. Después volvimos a casa, yo me asomé a la cocina y allí estaba mi tía haciendo una tarta; además, de mi sabor favorito y eso ella lo sabia, al fin y al cabo parece que no era tan mala.
Vi cómo mi tía salía de la cocina con la tarta por lo que para disimular cogí un libro y me puse a leer, por lo que mi tía me preguntó:
-María, ¿Qué haces?
-Estoy preparando un libro para leerle a Andrés cuando vayamos a visitarlo -respondí educadamente
La tía Claudia frunció el ceño pero yo vi que mi tía dejaba la tarta encima de la mesa, y dijo:
-Bueno María, me voy a vestir si me buscas estaré en mi cuarto.
Yo estaba entusiasmada hasta que vi que en la tarta, en letras de chocolate, ponía:
“Para mi Andresito querido, que te cures pronto”.
Yo eché a llorar y mi tía me preguntó desde su cuarto:
-María, no quiero molestarte en tu momento de tristeza, pero por un casual, ¿no estarás llorando encima de la tarta para mi Andresito, verdad?
Yo no respondí. Mi tía pensó que los vecinos podrían oírme llorar así que lo mejor seria calmarme.
-¿Qué te pasa María?, ¿te has hecho alguna herida o quizás no te acuerdas de algo importante? Cuéntamelo, yo te ayudaré a resolver el problema.
-Lo que me pasa es que tú eres la que no te acuerdas de que hoy es mi cumpleaños, no sé cómo no te da vergüenza no acordarte de algo así, así que yo no necesito ayuda ¡la necesitas tú! Lo único que parezco es una esclava a mis 7 años.
-A tus 6 María, tienes 6 -me corrigió la tía Claudia
-Pero, ¿no te estoy diciendo que hoy es mi cumpleaños? -respondí echándome a correr hacia mi cuarto, por alguna razón había algo que me impedía llegar, me di la vuelta y lo vi: cómo iba a avanzar si mi tía me estaba agarrando de una pierna. Y yo grite:
-¡¡¡¡Para, suéltame me haces daño, suéltame, no tienes ningún derecho a tratarme así para, para, me haces daño!!!!
-María vas a pagar todo lo que me has dicho y todo lo que te he tenido que aguantar, vas a aprender a tenerme más respeto. Ya verás, te voy hacer trabajar más de lo que hayas podido ver alguna vez en tu vida. No vas a salir viva, me vas a recuperar todos los minutos que me has echo perder escuchándote, me los vas a pagar segundo por segundo ni uno menos, ¿me oyes?- Gritaba la tía Claudia con unos ojos que parece que le iba a salir fuego
Aún así yo como una valiente niña de ya 7 años me enfrenté al problema y le dije:
-No, no soy tu esclava soy tu sobrina y me merezco un respeto como tal, no tengo porqué ser tu criada ¿Me as oído? No tengo porqué-dije yo toda chula
-Tienes razón cariño, lo mejor es que nos perdonemos. Vamos a tu cuarto y jugamos un ratito con tus muñecas, ¿Vale?-Me dijo la tía
Aunque yo no estaba segura acepte le dije:
- Vale, vamos, tengo muñecas de sobras se llaman: María, Sandra, Camila….
Llegamos a mi cuarto, bueno, en realidad la tía me había dicho que mejor jugábamos en el salón y que las sacara allí; pero yo supuse que ella me estaba esperando en el salón. No, me estaba siguiendo mientras yo no me daba cuenta.
Entonces yo oí una puerta cerrándose muy cerca pero mi cuarto estaba arriba y no había puertas cerca así que yo decidí mirar y vi mi puerta cerrada, pensé que habría sido el viento pero cuando la fui a abrir no podía, estaba cerrada con llave pero con una llave que yo ni sabia que existía esto me olía mal entonces oí a mi tía gritar:
-Jajajajaja, niña indefensa te lo has creído, yo no jugaría jamás con una mocosa como eres tú jajaja ahora, niña, estás encerrada y nunca podrás salir, sólo saldrás para trabajar y para obedecer mis ordenes y las de Andrés. No irás al colegio por que estarás limpiando y sólo tendrás al día un trozo de pan y agua para beber. Jajajaja
Entonces fui a escribir todo en mi diario pero en el cajón no estaba. Yo pensé:
- A ver, María, donde dejaste anoche el diario, bajo la almohada…no; debajo de la cama…no; jolines dónde dejaste el diario-m dije desesperada
Entonces la tía Claudia dijo:
-María, María, María, buscas un librito rojo y azul ¿verdad pequeña?
-Sí lo busco, si lo has cogido devuélvemelo y no me vuelvas a llamar pequeña que ya tengo 7 años-dije yo.
-Si, María lo que tu digas
Yo di un suspiro y grite:
-¡¡¡¡Devuélvemelo no podré salir pero sí gritar y cuando alguien me oiga vendrá en mi auxilio, devuélvemelo y suéltame o gritaré hasta que me oigan en todo el mundo, dámelo ahí tengo mis secretos escritos!!!!
-Bueno pues haberlos escondido mejor -decía mi tía mientras se reía- jajajajaja.
-A lo mejor no los he escondido tan mal, la llave la tengo yo, jaja, y tú estás ahí afuera y si entras me escaparé.
-Niñata insolente, ¿cómo te atreves a hablarme así?
Entonces oí cómo mi tía iba bajando escaleras y me puse a pensar:
-Qué pena que esté encerrada ya no podré tirar de la bonita manta y ver qué maravillosa cosa hay debajo….
-¡Ay mi cabeza, que daño! Me he clavado mi horquilla. Claro, usaré la horquilla y abriré la puerta -pensé como una mayor- Las mayores tienen ideas geniales, ¡cómo se nota que he crecido!
Abrí la puerta y fui al sótano. Vaya, seguía sin poder tirar de la manta, me acerqué a la cocina; la tía Claudia no estaba y tampoco su tarta, se habían ido al hospital, así que cogí un taburete y por fin tiré de la manta y vi ...Vi … una vieja ventana sin cristales.
¡Wao, cuántas moscas! La tía Claudia la taparía para que no entraran más moscas. Vaya, qué desilusión. Me dispuse a colocar la manta de nuevo en la ventana pero entonces allí en el suelo vi un viejo álbum de fotos.
-Lo voy a llevar a mi cuarto y lo miraré, pero antes ... llevo mucho tiempo sin comer, jeje, un tentempié me sentará bien.
Cogí un bocadillo de la nevera y un zumo y me fui a mi cuarto. Cuando llegué allí cerré la puerta y me tumbé en la cama a ver las fotos.
(Continuará)
Este cuento me a costado bastante tiempo pero al final lo he consegido, trata sobre una niña y sus sentimientos y son 4º partes leerlas de la primera a la 4cuerta y espero que os guste (como siempre resdpondere a todos vuestros comentarios)
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